Me recuerda a un cuento de mi infancia, de una niña que quería la luna, y en un cubo de agua pudo ver su reflejo y tenerla, pero al ir a tocarla se hizo mil pedazos al agitarse el agua...
Cuando éramos pequeños siempre que llovía y luego aparecía el arco iris cogíamos las bicis para ir a por él... evidentemente, cuanto más parecía que nos acercábamos seguía estando igual de lejos... Con el tiempo, aprendimos a hacerlo jugando con una manguera de agua, pero al tocarlo se rompía... Comprendimos que hay cosas tan bellas que sólo están para el disfrute visual, pero que es mejor no tocarlas... Besos!!!
Nos toca todos los días sin darnos cuenta, y no lo apreciamos ni lo valoramos, porque está dentro de cada rayo de luz que nos alumbra. Sin embargo, ¿qué sería de nosotros sin la luz?
vaya sorpresa ver esta foto aquí. las manos son de dos niños llamados Andrea y Alberto de 3 y 5 años; sobre la terraza de la casa encendida en Madrid. todos los asientos acristalados que hay en esa azotea, generan esos arcoiris después de las 13 de la tarde. justo después de las funciones de teatro para niños. parecen hechas adrede. pero no. todo tiene su razón y sus casualidades.
10 comentarios:
Sólo se puede tocar...no poseer.
Un besazo
¿Y la luna? ¿se puede tocar?...
Me recuerda a un cuento de mi infancia, de una niña que quería la luna, y en un cubo de agua pudo ver su reflejo y tenerla, pero al ir a tocarla se hizo mil pedazos al agitarse el agua...
Besos.
Cuando éramos pequeños siempre que llovía y luego aparecía el arco iris cogíamos las bicis para ir a por él... evidentemente, cuanto más parecía que nos acercábamos seguía estando igual de lejos... Con el tiempo, aprendimos a hacerlo jugando con una manguera de agua, pero al tocarlo se rompía... Comprendimos que hay cosas tan bellas que sólo están para el disfrute visual, pero que es mejor no tocarlas... Besos!!!
Aqui lo llamamos L'arco San Chuan.
Pero raras veces lo tocamos...
Así es, la posibilidad está aunque hay quien ni lo ve. Es una pena.
Sí, claro que nos toca ... pero hay que estar muy atentos para notarlo.
Pena no poderlo coger.... su tacto es tan... sutíl...
Hermosa foto.
Un beso. Siento no haber venido antes, linda.
Natacha.
Nos toca todos los días sin darnos cuenta, y no lo apreciamos ni lo valoramos, porque está dentro de cada rayo de luz que nos alumbra.
Sin embargo, ¿qué sería de nosotros sin la luz?
Me gustan esas manos.
El día a día está llenito de arco iris en chiquito...y ahí está el encanto...el saber captarlos...
Me encanta la foto que has puesto, IKA...me encanta...
Un abrazote a la taza (de café! :)
vaya sorpresa ver esta foto aquí.
las manos son de dos niños llamados Andrea y Alberto de 3 y 5 años; sobre la terraza de la casa encendida en Madrid. todos los asientos acristalados que hay en esa azotea, generan esos arcoiris después de las 13 de la tarde.
justo después de las funciones de teatro para niños.
parecen hechas adrede.
pero no.
todo tiene su razón y sus casualidades.
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