14 marzo 2008

Canicas (II)


Mi visión de las canicas le ha recordado a Breavman
a un poema de Wyslawa Szymborska
AMOR A PRIMERA VISTA
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles,
las escaleras,
los pasillos,
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
De "Fin y principio" 1993
Creo que se merecía su propio post.
Mejorado sin duda gracias a Desierto

2 comentarios:

Miau dijo...

Es curioso, pero eso he pensado muchas veces sobre cómo es que Paco y yo llegamos a estar juntos. Cada uno vivía en una punta de la ciudad, pues mira tú por donde que de pequeña iba con mis padres a un restaurante que está al lado de su casa, y que Paco frecuentaba muchísimo. Pero claro, nos llevamos 5 años, un chico de 15 años no se fija en una niña de 10, sino en chicas de 14, 15, 16,... Lo mismo coincidimos en más de una ocasión. Cómo es que viviendo tan lejos fui a parar al instituto de su barrio, cuando todos mis compañeros de colegio se repartieron entre 3 institutos cercanos. Cómo es que llevándonos 5 años acabamos estudiando en la misma clase...

Creo que con nosotros el destino también llevaba tiempo jugando.

Por cierto, te iba a decir que te pasases por mi blog, que tengo un regalo para tí. Pero es que soy bastante despistadilla y acabo de ver que ya te habían hecho ese regalo y no lo aceptaste, así que imagino que ahora tampoco lo aceptarás. La intención era buena. Lo siento.

Un beso.

Juancho dijo...

El azar y el destino, cada vez que lo piensas en "¿cómo nos conocimos? ¿cuándo empece a fijarme en tí?" las respuestas son bastante curiosas, ya que nunca te sueles fijar en los pequeños detalles que finalmente desembocan en ...

Un abrazo y un beso. :)