29 enero 2009

Charlas


Una tarde de octubre
en el Sahara,
el Bereber y la Turista
charlaban,
mirando hacia el infinto
y tomando un té.

Ella dijo,
"va a llover"
teniendo la sensación
que era un comentario innecesario,
una obviedad.

El Berber, sonrió y dijo
" No, estas en el desierto, aquí no llueve"
fué incapaz de dominar su sonrisa,
la imagen de la lluvia en el Sahara
era divertida.

Ella dijo:
"Donde yo vivo sí llueve,
y esas nubes traen agua,
mucha!"
Sonrió para apoyar la sonrisa bereber,
no quería que él se sintiera incomodo.

Esa noche llovió
se inundó la jaima,
a la vuelta
los caminos estaban cortados,
los ríos habían surgido de la nada.

Los bereberes sonreian,
su sonrisa era
una mezcla
de sorpresa
y de miedo.



2 comentarios:

hawkeye dijo...

cuando la intuición de la mujer supera la sabiduría de un bereber... besos

Amelie dijo...

Pues al final tuvo razón, jeje.

Besos.