en el Sahara,
el Bereber y la Turista
charlaban,
mirando hacia el infinto
y tomando un té.
Ella dijo,
"va a llover"
teniendo la sensación
que era un comentario innecesario,
una obviedad.
El Berber, sonrió y dijo
" No, estas en el desierto, aquí no llueve"
fué incapaz de dominar su sonrisa,
la imagen de la lluvia en el Sahara
era divertida.
Ella dijo:
"Donde yo vivo sí llueve,
y esas nubes traen agua,
mucha!"
Sonrió para apoyar la sonrisa bereber,
no quería que él se sintiera incomodo.
Esa noche llovió
se inundó la jaima,
a la vuelta
los caminos estaban cortados,
los ríos habían surgido de la nada.
Los bereberes sonreian,
su sonrisa era
una mezcla
de sorpresa
y de miedo.
2 comentarios:
cuando la intuición de la mujer supera la sabiduría de un bereber... besos
Pues al final tuvo razón, jeje.
Besos.
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